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PAGE 8 — The Georgia Bulletin, March 1,1990
Mensaje Del Santo Padre Para La Cuaresma De 1990
CARAS ALEGRES — En la puerta del Centro Catolico el dia 10 de
Julio de 1987, 14 personas se reunieron camino a pedir aprobacion de
sus aplicaciones para obtener status legal bajo la nueva ley de In-
migracion. Acompanadoles estaban varios empleados de CSS. que
trabajan en el programa de Legalizacion. (Foto por Linda Schaefer)
Queridos Hermanos y Hermanas en
Cristo:
1. - Como cada ano, al acercarse la
Cuaresma, se me ot'rece la ocasion de
dirigirme a vosostros para invitaros a
sacar provecho de es te momento favorable,
de este “tiempo de salvacion” (cf. 2 Cor
6,2) para que sea vivido por todos inten-
samente en su doble dimension de conver
sion a Dios y de amor a los hermanos. La
Cuaresma, en efecto, nos invita a abrir
totalmente la mente y el corazon para
escuchar la voz del Senor que invita a
volver a El en novedad de vida, y a ser
cada vez mas sensibles a los sufrimientos
de quienes nos rodean.
Este ano quisiera proponer, con especial
empeno, a la comun reflexion el problems
de los refugiados y exiliados. En efecto, su
enorme y creciente numero constituye una
dolorosa realidad en el mundo en el cual
vivimos, y no se limits solamente a
algunas regiones, sino que se ha estendido
ahora a casi todos los continentes.
Los refugiados, hombres sin patria,
buscan acogida en otros Paises del mundo,
nuestra casa comun; pero solo a pocos de
ellos les es dado volver a su Pais de origen
debido a cambios en la situacion interna;
para los demas se prolongs una
dolorosisima situacion de exodo, de in-
seguridad y de ansiosa busqueda de una
adecuada ubicacion. Entre ellos se encuen-
tran ninos, mujeres, viudas, familias fre-
cuentemente divididas, jovenes frustrados
en sus aspiraciones, adultos erradicados
de su profesion, privados de todos sus
bienes materiales, de la casa, de la patria.
2. - Frente a la amplitud y gravedad del
problema todos los hijos de la Iglesia
deben sentirse interpelados, como
seguidores de Jesus - que quiere tambien
sufrir la condicion de refugiado - y en
calidad de portadores de su Evangelio.
Por otra parte, Cristo mismo, en aquella
conmovedora pagina evangelica, que en la
liturgia latina leemos el Lunes de la
primera semana de Cuaresma, se ha
querido identificar y reconcer en cada
uno de los refugiados: “Era extranjero, y
me habeis hospedado...Era extranjero, y
no me habeis hospedado” (Mt 25, 35-43).
Estas palabras de Cristo nos deben
llevar a un atento examen de conciencia
acerca de nuestra actitud frente a los ex
iliados y refugiados. Los encontranos en
efecto, casi a diario en el territorio de tan-
tas parroquias; han llegado a ser ver-
daderamente nuestro projimo mas cer-
cano. Por esta razon tienan necesidad de
la caridad, de la justicia y de al
solidaridad de todos los cristianos.
3. - A vosotros, por tanto, a cada uno in-
dividualmente y a cada comunidad de la
Iglesia catolica dirijo mi apremiante ex-
hortacion en esta Cuaresma, para buscar
todas las posibilidades existentes con
miras a socorrer a los hermanos
refugiados y desplazados, organizando
adecuadas obras de acogida para
favorecer su plena insercion en la sociedad
civil, mostrando apertura de mente y calor
humano.
La solicitud por los refugiados nos debe
estimular a reafirmar y subrayar los
derechos humanos, universalmente
reconocidos, y a pedir que tambien para
ellos sean efectivamente aplicados. Como
lo mencionaba el 3 de junio 1986, con oca
sion de la entrega del Premio Interna-
cional de la Paz Juan XXIII al “Catholic
Office for Emergency Relief and Refugees
(COERR)” de Thailandia, la Enciclica
Pacem in Terris de aquel gran Pontifice
habia ya subrayado la urgencia de que los
derechos del refugiado deben series
reconocidos como personas; y afirmaba
que “es deber nuestro garantizar siempre
los inalienables derechos, que son in-
herentes a todo ser humano y no estan con-
dioionados por factores naturales o por
situaciones socio-politicas” (Insegnamen-
ti, IX, 1,1986, p. 1751). Se tratara, pues, de
garantizar a los refugiados el derecho de
constituir una familia o de integrarse a
ella; de tener una ocupacion segura,
digna, con remuneracion adecuada; de
vivir en una casa digna de seres humanos;
de disfrutar de una adecuada instruccion
escolar para los ninos y los jovenes, como
tambien de la asistencia medico-sanitaria,
en una palabra, todos aquellos derechos
que han sido solemnemente aprobados
desde 1951 por la Convencion de las Na-
ciones Unidas sobre el Estatuto de los
Refugiados, y confirmados por el Pro-
tocolo de 1967 sobre el mismo Estatuto.
4. - Reconozco que, frente a un problema
de tanta, magnitud, ha sido intenso el
trabajo de Organismos Internacionales, de
Organizaciones Catolicas y de Movimien-
tos de diversa indole, en la busqueda de
adecuados programas sociales, a los
cuales numerosas personas dan su apoyo y
colaboracion. Agradezco a todos, y a todos
doy mi voz de aliento para una mayor sen-
sibilidad, dado que, como puede
facilmente ser comprobado, aquello que se
hace, aunque es mucho, no es todavia sufi-
ciente. En efecto, crece el numero de
refugiados, y la posibilidad de acogida y
asistencia se muestra insuficiente.
Nuestro empeno prioritario debe ser el
de participar, animar y sostener con
nuestro testimonio de amor autenticas cor-
rientes de caridad, que logren permear, en
todos los Paises el trabajo de educacion,
en especial de la infancia y de la juventud,
en el respeto reciproco, la tolerancia, el
espiritu de servicio, a todos los niveles,
tanto personal como a nivel de Autoridad
Publica. Esto facilitara sobremanera la
superacion de muchos problemas.
5. - Tambien me dirijo a vosotrOs,
amados hermanos y hermanas refugiados
y exiliados, que vivis unidos en la fe en
Dios, en la mutua caridad y en la esperan-
za inquebrantable. Todo el mundo conoce
vuestras vicisitudes. La Iglesia os acom-
pana mediante a ayuda que sus miembros
se esfuerzan en prodigar, aun a sabiendas
de que es insuficiente. Para aliviar
vuestros sufrimientos es necesaria tam
bien la contribucion de vuestra buena
voluntad y de vuestra inteligencia.
Vosotros sois ricos en espiritu civico, en
cultura, en tradiciones, en valores
humanos y espirituales, de donde podeis
tomar la capacidad y la fuerza para com-
enzar una nueva vida. Ejercitaos tambien
vosotros, dentro de los limites de vuestras
posibilidades, en la asistencia y en la
ayuda reciproca en los lugares donde
estais temporalmente acogidos.
Nosotros los catolicos os acom-
panaremos y os sostendremos en vuestro
camino, reconociendo en cada uno de
vosotros el rostro de cristo exiliado y
peregrino, recordando cuanto El dijo:
“Cuantas veces habeis hecho esto a uno
solo de estos pequenos, me lo habeis hecho
a mi” (Mt 25, 40).
6. - Al comienzo de esta Cuaresma in-
voco la abundancia de gracia y de luz que
se irradia del misterio de la Pasion y
Resurreccion redentoras de Cristo, a fin de
que cada una de las personas y de las com-
unidades eclesiales y religiosas de toda la
Iglesia, encuentren la inspiracion y
energias necesarias para las obras de con-
creta solidaridad en favor de los hermanos
y hermanas refugiados y exiliados; y asi
estos, confortados por la fraterna auyda y
el interes de los demas, encuentren fuerza
y esperanza para proseguir en su fatigoso
camino.
Que mi Bendicion sea prenda de
copiosos dones del Senor sobre cuantos
acojan este mi apremiante llamadq.
Vaticano, dia 8 de septiembre de 1989,
fiesta de la Natividad de la Santisima
Virgen Maria.
JUAN PABLO II
Milagros Existen Detras De La Prision Federal
Nuestro Senor se revela constantemente a traves de
nuestro amor para el projimo. Los jugadores hispanos de la
Liga Internacional de Soccer de Atlanta demostraron este
milargo cuando jugaron con los prisioneros de la Prision
Federal de Atlanta.
Mientras estaba presentando un program musical en la
prision federal, prisioneros hispanos se me acercaron con
una peticion. Ellos querian jugar soccer con equipos de la
comunidad de Atlanta. Trabajando en conjunto con los
Padres Ed Salazar y Bryant Pierce, encontramos un grupo
de jugadores hispanos de soccer. Ellos tienen un equipo que
se llama Internacional y juegan con doce equipos en la Liga
Internacional de Soccer de Atlanta. Sus director son
Gabriel Bernal y Hugo Lanfranco. El equipo Internacional
esta ahora en segundo lugar en esta liga. Los jugadores son
semiprofesionales de Latino America, Africa, US y
Europa. Soccer es el juego mas internacional e integrado
que hay.
Debo de admitir que mi fe se reafirmo con sus repuesta
afirmativa. No solamente ellos estuvieron de acuerdo en
jugar pero se ofrecieron en pedir a otros equipos de la liga
que jugaran tambien. Los prisioneros se mostraron conten-
tos y conversando acerca del juego que se aproximaba. Los
equipos, Federales e Internacional, jugaron en un ambiente
alegre y amistoso aunque el equipo de la comunidad se
mostro un poco recortado durante el primer tiempo. En
ambos equipos habian jugadores de Haiti, Cuba, Jamaica,
Afr ica, US, Colombia, Europa, Mejico, etc. El primer tiem
po termino con un punto cada equipo. Durante el segundo
tiempo el equipo de al comunidad hizo el punto decisivo
hacia final de partido. El juego termino 2 -1 para el Interna
cional.
El ganador no fue en realidad el equipo Internacional
pero todo el que participo. Los jugadores del Internacional
ya eran ganadores cuando aceptaron jugar con los pri
sioneros. Cristo nos da lecciones no solo para nuestra sal
vacion pero para nuestra vida diaria tambien. Creo que hay
necesidad de alcanzar a otros grupos, escuchar y dar
ejemplos para desarrollar una comunidad mejor. El Padre
Ray Dowling, Capellan Catolico de la Prision, siempre
desea ayuda cristiana de la comunidad. Quizas no sepas
como tocar la tumbadora o pa tear una bola de balonpies.
Sin embargo, quizas conoces una pareja casada que desea
leer y compartir el Nuevo Testamento con los prisioneros.
Si sabes de alguien, por favor llama al Padre Dowling al
622-6241 extension 490. El habia Espanol.
Como uno de los misterios de la vida cristiana, somos
salvados o condenados por nuestro egoismo o por nuestra
preocupacion por los que menos tienen. — “Porque tuve
hambre y ustedes me alimentaron; tuve sed y ustedes me
dieron de beber. Pase como forastero y ustedes me
recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron.
Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la carcel y
me fueron a ver.” (Mt. 25, 31).
Presentado por Ernesto A. Perez, Parroquia De IHM.